Wednesday, March 27, 2013

when




When I grow up...



Interior of an empty darkly lit neighborhood bar except for one male patron nursing a drink and one bartender wiping a glass dry.
— You know how when one is young one tends to say things like “When I grow up…”?
— Yes, —answered the bartender slightly raising his eyes to view the patron as he keeps wiping the glass in his hands.
— It’s funny how one sees so clearly what one wants to be at that age… only to turn out being something else.
— Mmmm. True. Can’t say I saw myself being a barkeep back then…
— Yeah. Can’t say I saw myself being what I am now, either…, —said the bar patron as he plays with his drink.
— Yeah… So what was it you wanted to be back then?
— Mmmm? What? —said the bar patron lifting his head to look at the bar keep for the first time.— What did you say?
— I said: “What was it you wanted to be back then?” You know, back when you were a kid.
— Oh, yeah…. that. Well, when I was a kid I used to say that when I grew up I wanted to be a man,— said the bar patron looking back at his drink.
— And? —said the barkeep looking at the bar patron somewhat confused.— What did you become?
— I…, —the bar patron took a deep breath as he raised his drink in his hand to his eyes to look at the amber liquid swishing inside the glass more closely as he quizzically answered,—…I don’t know…



Saturday, March 23, 2013

mutis


mutis

No hay propuesta de ser...ni de hacer sentido...No hay voz...

A la distancia se percibe un leve redoblar sonoro...un recuerdo inútil de la voz.

Voz silenciada por la vida. El redoblar no es escuchado, sino que ligeramente acaricia las recónditas profundidades del cuerpo. No son reales, son menos que un recuerdo ya que nunca hicieron memoria. Por lo cual nunca fueron olvidadas. Nunca fueron, excepto como presagio intuido de una falta...de algo perdido...de un espacio vacío que nunca se realizó.

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mutis 1

El silencio agobia...

Todo es un reflejo de lo irreal, de la postura de un ser que desea ser, que desea pertenecer...

Para decir la verdad, no hay mucho que decir. Día tras día uno vive desafiando el momento en un caprichoso ejercicio de ser, de pretender. Todo se reduce a repetición: repetición de palabras, de ideas, de sueños, de deseos y anhelados recuerdos. Todo es nostálgico. Todo se reduce al deseo del retorno a un momento, a una idea. Todas son falsas. Son manufacturaciones del ensoñado tal vez. Es revivir lo que pudo haber sido, como si fuese posible re/vivirlo. Es re/nombrar el pasado, con sus violentas confabulaciones de dorados años, amados presagios del ...tick-tock... tiempo pasado, tiempo pasando, tiempo por pasar...espacio perdido en la cavernosa lupa del olvido...todos recordamos recuerdos insólitos, proscritos testamento de una vez, un pasar...uno...sólo...sepultado en la ficción del ayer...en la esperanza del mañana...en el qué fue...en el qué será...y, en realidad, lo único que hago es estar, varado en el margen, viendo el mundo contar sus momentos mientras van desvaneciendo en el ocaso del ser...

Pero todo es una mentira. Todo es un aparentar....

Uno camina sólo...Uno camina a la deriva...Uno ve el mundo desvanecer lentamente entre los dedos de su mano, entre los poros de su piel...punto por punto, fragmento por fragmento...Y, en el final, uno es olvidado. Uno termina siendo nada más que un fracasado intento...un corrompido relato atragantado por el silencio...

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mutis 2

La verdad es que no tengo mucho que decir. Y eso es mucho decir. Porque realmente no tengo nada que decir. Excepto que no hago más que decirlo. Después de horas y días y semanas y meses y años dedicados a decir cosas uno termina dándose cuenta que no tiene nada que decir. Bueno, realmente no es tan difícil decir cosas, para eso me pagan. Pero las cosas que digo son las cosas que otros dicen...otros han dicho. No son realmente míos. Es cierto que no soy una mera repetidora...sí tengo el lujo de re-escribir el texto, de adaptar, moldear, censurar y sensacionalizar según el gusto y la necesidad. Pero, en el fondo, por más que adopte, y reescriba, y moldee las ideas de otros, serán las ideas de otros...y yo sólo seré su repetidor...yo sólo profesaré las palabras e ideas, las maravillas y genialidades de otros. No son realmente mis ideas. No son realmente mis conceptos. No son más que genialidades prestadas, ideas gentilmente sustraídas e inocentemente hurtadas de otros.

Mi vida se reduce a hablar las palabras de otros...a defender, o condenar, las ideas de otros...a nutrir o destruir los sueños de otros. En fin, a ser otro. Al final del día me quedo mudo. No me quedan palabras con las cuales pensar, alabar, rogar o condenar que no sean las de otros.

Como todo lo que hago, todo lo que pienso, todo lo que callo.... No, lo que callo no....lo que callo es lo mío...es lo que nadie escucha...es lo que se derrama...se desploma...es lo que atenta contra la palabra...contra la voz...es lo realmente mío...desprovisto de nombre...desprovisto de vida... No ve la luz del día...ni aprecia el mutado rugir del ocaso. Es lo que cursa...ciego...sordo...mudo...sin sentir...sin vivir...en las ásperas colindancias del laberíntico ser...gritando, luchando, llorando...es lo que queda sin ser...pretexto de una memoria...silueta de un momento...espectro de un sueño.

Porque ni sueño es.

No tiene la gracia de ser esperanza.

No tiene la dicha de ser motivo.

No tiene razón de ser. Porque no tiene salida del laberinto... Es un laberinto sin punto...sin fin...sin momento con el cual fijar su realidad, su razón. Es espectro del espectro...sin fundamento...sin razón...

Ese soy yo...

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mutis 3

Nada.

Eso es lo que hago. Es lo que pienso. Es lo que espero.

Es el pasar de otro día, sin contar, sin vivir.

Es el pasar de otro momento...el pasar de un lugar a otro, deteniéndome sólo para contemplar en... Nada.

Y continuar por el curso preestablecido hacia el próximo lugar...cualquier otro lugar...sólo por ocupar un lugar...un espacio...al margen de todo...al margen de la vida que uno ve pasar...para volver a parar, para distinguir la realidad de la realidad...y, en realidad, no hay tal realidad...todo es un pasar como fantasmas sobre un lienzo, sin dejar trazos...sin dejar topográficos rastros de su efímera existencia en la vida... uno presencia al mundo pasar en su estático baile...en su frenético intento de ser... Pero es borrosa propuesta, se pierde el registro de su imagen en el pretexto de su propósito... Se trasforma siendo lo mismo, pero diferente. Se pierde el rastro...el sentido...y, al final, uno se queda sin nada. Nada ganado... Nada perdido... Como ilusos trazos sobre el papel...trazos que solamente desplazan el llegar del ocaso...en esta ocasión, como en toda ocasión...creando siluetas de una idea, ligeros destellos que desvanecen con la llegada del alba...

Pero esos figmentos no son las ideas. Nunca son lo que realmente es. Nunca son lo que realmente quise decir. Porque no hay nada que decir. No hay nada que pensar. No hay nada que soñar. En el momento lo que tengo es nada...
...excepto que ir a orinar...

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mutis 4

Después de tantos años es difícil no ser otro. No ha habido otro sino el otro. Estudiado, adaptado, cohabitado, pregonado, condenado...no ha habido más que la supra imposición del semblante del otro. Todo ha sido un proyecto para sustituir a uno con el otro. Y todo ha llevado a la extirpación de uno por el otro. En esos momentos de silencio no queda uno...lo que queda son las estridentes y túrgidas cortinas del otro encubriendo el desolado vacío donde el uno antes habitaba.

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Friday, March 15, 2013









Verbo
sílaba
semblante
desfigurada
de solitario momento
paria
atrapada
en la penitente figura
del ser

escueto
sabor
de pobres recuerdos
dactilares
que
desfilan temblorosos
sobre el sudoroso limite
inocentemente trazando
ese
bochornoso suspiro
encarnado


  

Goosed


 Goosed

   1
Mary had a little lamb
its fleece was white as snow
but it didn’t snow that year
and the lamb’s fleece
was full of fleas
so Mary took out
her favorite shears
and madly whacked away
at the sheep’s fleece
so merrily
ridding herself
of fleas and all

2
Jack be nimble
Jack be quick
Jack got jumped
By a cherry Jill

Tuesday, March 12, 2013

porno ≠ desnudo



porno ≠ desnudo


El porno proyecta la inseguridad de uno mediante la desesperada búsqueda de aceptación por otros.

El desnudo proyecta la confianza y seguridad de uno mismo mediante la sensual expresión de aceptación del cuerpo.

Friday, March 1, 2013

toodles


toodles
(à tout à l'heure)
Au revoir mes «amis» fb

Time to say goodbye.
To say goodbye to all.
To all my fb “friends”,
“Friends” – for want no more.

To thee I say,
Prithee,
Fare thee well
As well as could be.
For what it’s worth
(Tis not much ado)
Waste not thy lot
Upon this tarnished knell.
For I knew thee, naught,
(Not for want)
So very well.

In good faith
Tis time to say:
Goodbye…
Good Riddance…
So long…
Faren well…
I bid to you,
To all I say:
à tout à l'heure.

So I leave you all.
For I might as well.
A mere blip…
One less nuisance…
From which to despair.

Begone!- ye olde sod,
And a splendid farewell,
As well.
And to all,
My dears,
A fond adieu,
A skip...
A jump...
And, pray be told,
With a wave,
Toodle-oo.

Friday, February 22, 2013

El desnudo


El desnudo

La belleza es relativa. La cámara responde más a esa temeridad del ser y del momento que a la efímera perturbación de la apariencia. Eso es lo que la gente no entiende del arte del desnudo: no es el cuerpo, es el ser encarnado ante el momento... el atrevimiento de ser ante el fluir de tiempo y la constricción de espacio… el confluir de uno ante sí mismo… el reto de enfrentarse ante lo que lo limita como persona... como ente en el mundo... es ser.

On The Female Nude


On The Female Nude

The female nude is an attempt to capture visually the sumptuous fluidity of the female form and express contentiously the quandary of its identity. It explores (and exploits) the intersections of the sensual/sexual personae and the immaculate/sacred iconology of the feminine as codified battleground betwixt appearance and Self. In essence, the nude proposes to express the female body –via the medium of light and shadow, of time and space– as visual/virtual celebration of the un/conscious struggle, the silent strength, and the naked fierceness of form embodied in the sublime ferocity of not only being but of becoming visibly as well as essentially female –feminine, woman–. 

On photography



On photography:


·         Photography is about a feeling, an emotion: the chance of capturing in the flight of a moment the realization of one’s own being.

·         Every image is about being: acceptance, rejection, becoming.

·         Questions arise, answers belated, moments placed under observation for the perusal of being.

·         The perilous beauty of the gaze defines the vicarious moment of the viewer’s being.

·         The frame refrains from being through the spatiotemporal objectification of being. It re/frames [the] truth [of a moment] through the spurious parameters of objective subjectivity.

·         Images deposit layers of verisimilitude upon the naked truth of being.

·         Lines and curves trace the spatiotemporal transience of being.

·         In absence of light, form takes place.

·         Beauty transcends reality: it defines the space of time through its immediacy to Being.

·         Temptation derives it power through the intertwined desires of Being and Non-Being.

·         Shadows fall on the sensuous trappings of Being.

On photographing the nude



On photographing the nude.


I think it [the nude] is about having the temerity to live: to seize the moment before us, that is what I look for when I take nude photos. In the process of capturing the moment one looks to reveal a sense of questioning, an engagement of one with the primal essence of the self, and affirm the fierce determination of Being. It forces you to confront your fears, your presumptions, and view the flesh for what it is: the embodiment of Being. It is about confronting the preconception of mores and attitudes toward Being, of questioning the fundamental trivialities of a society that imprison the mind and soul in its petty confabulations of the body, and, eventually, having the will to risk conformity and throw care to the wind in the face of living: of expressing and being expressed as Being, true, without limits, without regrets… to dare to be and face one’s own being. 

Saturday, February 16, 2013

Gustar, Querer, Amar



Gustar, Querer, Amar: tres palabras que parecen significar lo mismo pero realmente tienen diferentes implicaciones.



En el diario vivir uno se topa con ciertas palabras, ciertas ideas, que tienden a demostrar un cierto grado de fácil permutabilidad, dado el indiscriminado uso por las personas en la cotidianidad. Son palabras que en el idioma coloquial aparentan tener el mismo significado. La realidad es que muchas de ellas aparentan ser similares, pero lo más común es que sean realmente representativas de diferentes grados de una idea, cada una apuntando a una evolución del concepto bajo consideración.

De esa forma me he topado otra vez con la problemática del uso de “gustar,” “querer” y “amar.” Estas son tres palabras que uno usa coloquialmente como intercambiables sin mucho reparo. Es interesante cómo una palabra tan sencilla como “amar” es utilizada sin discreción por todos. Igualmente me encuentro con la palabra “gustar” como si fuere realmente algo muy especial. “Querer” tiene sus problemas, pero igualmente se ve intercalado con las otras dos en el uso coloquial.

Pero en realidad “gustar”, “querer” y “amar” son palabras con contexto muy particular, sobre todo cuando son utilizadas en esos momentos difíciles.

Gustar es como un bufete: hay mucho y en variedad.

Gustar es fácil, es como diría Platón, el acto de identificar esas cualidades que uno apetece, que a uno, pues, le gusta. Gustos son muchos y variados, aún en un solo individuo. Son de carácter físico, o sentimental. Pueden se actitudes, o personalidades. Puede ser tan sencillo como el color del cabello o de la tez como tan complicados como la forma en que una persona mira cuando está alegre o enfadada.

Los gustos nos permiten socializar, nos permite identificar esas personas con las que uno le gusta pasar el rato, charlar, tomarse una cerveza y jugar al billar. Nos permite crear grupos, y sociedades, y nos permite rondar las calles en busca de aventura y acción.

Gustar permite a uno probar sin comprometer, ver sin tocar. Sentir sin las repercusiones de perder. Básicamente nos abre las puertas a la experiencia humana en todos sus sentidos. Pero el gusto es sólo eso, es un acto temporero y flexible que va definiendo la parte maleable de nuestra personalidad, de nuestro ser. Su función es práctico, y algo sucio: es la forma de rápidamente catalogar y discernir entre todas las opciones y poder registrar nuestras reacciones afectivas ante ellas. La idea es de ayudar a empezar a afinar nuestra de selección teniendo suficiente data para poder separando aquello que gusta pero se queda en lo simpático de aquello que no solamente gusta sino que intriga a abordar más. Aquellas que eventualmente formarán parte del proceso de querer.


Querer es selectivo: se seleccionan los mejores ejemplares representativos.

Querer implica una definición más clara de lo que se quiere. Gustar es muy arbitrario, permite explorar la diversidad, y darse con gustos tanto placenteros como no. Pero querer ya se dispone a distinguir y a hurgar más profundamente los elementos definidos y explorar las posibilidades de algo más serio. Aun así sigue siendo algo arbitrario, y todavía tiene la posibilidad de encontrarse con algunas cosas que finalmente le apague el interés. Pero el acto de querer ya implica intención, implica la posibilidad de una búsqueda algo más cernida de las opciones disponibles a uno.

En principio, el querer es egoísta con el otro. No da paso al placer de lo demás ya que su intención es recibir placer. Se define por una falta de responsabilidad y dedicación ante el otro, y se proyecta como una emoción muy posesiva, muy fogosa y llena de fugacidad. El dispendio de energía es con el propósito de auscultar el máximo placer posible del otro sin una verdadera consideración del mismo. Muchos creen que querer es igual que amar, pero en realidad deposita el foco de todos sus actos en adquirir la mayor cantidad de placer a cambio del poco conceder de sí mismo. Como dije arriba, es muy posesivo, lleno de brillo e ímpetu, pero no busca involucrarse de lleno en el diario vivir del otro, y menos aún en las angustias y penurias del otro, a tal que niega al otro de ser necesario y se mueve a la próxima persona que le pueda ofrecer lo que busca sin rencor ni remordimiento.

Aun así el querer es parte del proceso evolutivo de todos. Puede formar parte del proceso mediante el cual uno tiende a afinar sus gustos y va descartando aquellas cosas que o fastidian o no son importantes, para eventualmente resultar en un cuadro más certero de lo que uno anhela finalmente encontrar. Pero corre el riesgo de quedarse en la pueril persecución de lo fácil, lo temporero: de lo que brilla en ausencia de contenido y razón.


Amar es egoísta e individual: es cuando alguien hace que uno se sienta cómodo con uno mismo.

Amar es un acto muy refinado. Es el resumen de todo el acto de gustar y de querer para llegar a una refinada selección de aquella persona con la cual uno desea eventualmente compartir el resto de su vida. A diferencias de querer, y más aun de gustar, amar implica no solamente lo bueno: los placeres del cuerpo y del espíritu; sino lo malo: los disgustos, las decepciones, las peleas. En el amor uno está en una relación simbiótica donde cada uno no solamente ofrece a su pareja su apoyo sino que igualmente siente el apoyo correspondido.

Aunque la mayoría creen que en el querer es igual, la realidad es que, como he reiterado anteriormente, el querer es posesivo, por lo cual es más sobre lo que uno puede sacar de la otra persona. Es cierto que uno tiende a reciprocar ese estado de placer y de apoyo durante el acto, pero la intención final es la de recibir de la otra ese sentir de lujuriosa satisfacción sin otorgar mucho de sí mismo a la otra parte de la relación. Por eso, el querer tiende a ser más fogoso y mercurial, es más de expender energías y sentimientos que de construir una relación duradera. En el gustar estos elementos de brío del querer están presentes, pero es más de carácter pasajero, aventurero y volátil, sin compromisos ni responsabilidades, y menos aún repercusiones del acto de por medio.

En el amar, por lo contrario, hay un acto de corresponder, de entrelazar las íntimas peculiaridades de dos personalidades, de limar las asperezas y ajustar las bandas relacionales, para llegar a la creación de un ente sustentable.

Sí, sé que la gente habla mucho de la fogosidad y seráfico en el amar, pero el amor es más que eso: es compartir. Y para compartir hay que ser más diplomático, más aceptador de que no todo es maravilloso y fantástico, y que será feliz hasta el fin del tiempo. No, hay que ser más realista, y ver las cosas que hacen a esa persona distinta de otros, tanto en lo bueno como en lo malo. Es en ese proceso de entablar un discurso entre los dos que empieza la verdadera batalla por no abandonar la causa. Y ahí está el secreto del amor. Es el sacrificio de su ser por el bien del otro. Es cuando uno está dispuesto a doblegarse ante las necesidades del otro. Pero igualmente, ese doblegar no puede ser forzado, tiene que ser natural, tiene que ser con el gusto y querer de hacerlo, porque esa persona se lo merece. Ese sacrificio tiene que ser genuino ya que es el sacrificio de sí mismo.

Ahí es que surge el concepto de egoísmo. Uno lo hace porque uno se siente lo suficientemente cómodo con esa persona para hacerlo. Esa comodidad de sí mismo, el conferir de uno hacia el otro, es el secreto final, lo que se supone el amor realmente ofrece: la capacidad de ser uno sin temor ni repudio ante la otra persona. Y esa capacidad permite a uno ser el más valiente de todos en el mundo, porque pierde todo pudor, toda vergüenza, y hace lo que sea por esa persona. En cierto sentido, es volver a ser niño. Es no temer al mundo, y liberarse de todas las constricciones de la sociedad y de las instituciones. Es ser libre para actuar y reaccionar ante el otro.

Ese sacrificio es tal que uno inclusive está dispuesto a dejar esa persona libre de ser necesario. Es parte de la locura del amor, y es por eso que amar es tan confuso: porque exige que uno sacrifique su conveniencia ante la necesidad del otro.

Amar es único. Es cierto que uno puede a llegar a amar a varias personas. Pero el amor, cuando está, está dirigido a esa otra persona. Los demás gozarán del amor que irradia sobre ellos desde el núcleo.

Amar trae mucha angustia y dolor en las parejas. Crea tanta discordia. Pero es parte de las reglas del juego. Nunca será todo como uno quiere, pero si uno está dispuesto a jugar uno tiene que lidiar con las peculiaridades del otro. Y por desgracia es para siempre, o por lo menos por lo que dure la relación (que a veces se siente como si fuese una eternidad). Pero personalmente creo que esas son las cosas que hacen la relación especial. Eso es lo que define ser amado, y amar de vuelta. Es el hecho de que ante todo uno empieza a darse cuenta de que amar exige que uno esté dispuesto a soportar los berrinches y las pataletas del otro. Igualmente uno se da cuenta de que amar exige que uno reconozca cuando está actuando como un chiquillo empedernido y pedir perdón.

Y eso hace que una relación sea afable, que sea maravillosa. Es el respeto que existe entre los dos. Un respeto que permite que ambos se acepten tanto en lo bueno como en lo malo.


A uno le pueden gustar muchas cosas, pero de todo eso escoge lo que quiere y sólo se queda con lo que ama.

La verdad es que estas tres palabras enmarcan el diálogo cotidiano de una pareja, como la de todo el mundo, de formas muy peculiares. Se usan como si fuesen piezas intercambiables, a veces para no ofender el oído. Poéticamente se han intercambiado para poder hacer el texto más interesante o para explotar la ambigüedad del verso en la creación de una imagen, de un estado psíquico. Pero en realidad tienen sus lugares y, respetándolos,  la idea que uno quiere a veces llevar a fruición se puede beneficiar. Gustar, querer y amar apelan al mismo recinto dentro de nuestras emociones. Son fuerzas que, aunque algo efervescentes e inestables, tienden a dominar todo con su mera presencia. Son palabras permutables pero, en su contexto, enriquecen el entendimiento y, por lo tanto, la relación entre las personas.

En cierto sentido aquella canción de José José tenía razón: “y es que todos sabemos querer pero pocos sabemos amar.” Querer es fácil: uno desea algo y va tras ello. Si lo logra bien. Si no, pues será en otra ocasión. Pero amar exige un cierto nivel de abandono, tanto de uno como hacia el otro. Amar exige que uno pueda desvestirse de toda preocupación, de toda inseguridad y de todo prejuicio para desnudarse ante el otro. Ese otro tiene que, de la misma forma, crear ese espacio de confort donde uno puede adoptar esa condición de abandono. Esa condición no está presente en el gustar, que se define por posturas y revuelos; ni por el querer que se dedica a la indiscriminada persecución del otro por puro placer y satisfacción de uno mismo. Amar es el sacrificio de ser por y ante el otro.

Así que, cuando uno lo piensa: Uno puede gustar mucho...querer poco...pero sólo amar a una.


Thursday, February 14, 2013

nunca


                      nunca
                                                           a زو

Nunca voy a poder acariciar el temple de tu sien
y apartar los mechones de tu cabello
para revelar el plano templado de tu frente.

Nunca podré explorar los contornos de tu nariz
y las sedosas colinas de tus mejillas
ni recorrer las curvas laderas de tus ojos.

Nunca contemplaré la concavidad de tus orejas
ni trazaré las húmedas fronteras de tus labios
ni ahogarme en la vertiginosa profundidad de tus ojos.

Nunca escucharé el dulce timbre de tu voz
evocar la improbable esencia de mi nombre
ni me embriagaré con el intoxicante néctar de tu boca.

Nunca podré descender la curvatura de tu cuello
y escalar el dulce promontorio de tus senos
ni descansar en los valles y laderas de tu vientre.

Nunca escucharé el manso rumor de tu corazón
ni sentiré el cálido humor de tu respiración
cursar rítmicamente por las bóvedas de tu pecho.

Nunca podré recorrer la longitud de tus brazos
ni esculpir la sinuosa sensualidad de tus piernas
ni estudiar los cimbrados movimientos de tu torso.

Nunca podré travesar las planicies de tu espalda
y delinear la ruta de tu espina dorsal
ni circundar las dimensiones de tus nalgas.

Nunca podré perchar sobre tu púbica ribera
y admirar los terciopelados pliegues de tu vagina
ni explorar las ardientes fisuras de tu ser.

Nunca podré entrelazar mis dedos con los tuyos
y postrarme para desvanecer
en el plácido tumulto de tu cuerpo.

Nunca seré tuyo.


Tuesday, February 5, 2013

apéritif



apéritif



como amargo recuerdo
que lentamente se desliza
por las vertiginosas fosas
de mis aventuras



Thursday, January 24, 2013

mentira



mentira




¿Eres nada más que otra mentira? ¿Otra ilusoria promesa hecha en momentos de párvulos delirios? ¿Sin razón? ¿Sin intención de ser? ¿Una mera chiquillada preambulada en el titilante momento de pavera primaveral? ¿Por qué hacer promesas si no piensas cumplirlas? ¿Y después cuestionas y fustigas con la superflua indiferencia de tu ser; y con privilegiado y dadivoso desprecio del cuerpo? ... No. Ya no te creo. El tiempo pasa y con él la oportunidad de ser...  No. No te espero. Los momentos caen como otoñales hojas del deseo, poco a poco desnudan la primorosa ofensa confabulada con la pretensión de querer... No. No te considero... Cada palabra...cada gesto...cada pretexto sólo enfatiza la impune mentira que sigilosamente se desliza por los contornos de tu ser...


Sunday, January 20, 2013

Under flickering porch lights


Under flickering porch lights…



It is that time of the day when you sit on your porch and the world seems to turn the page. Under flickering street and city lights the world looks different…it shadows the garishly brightness of the day.

The day’s lights are dimmed just enough that you still notice the outlines of the world that surrounds you, yet slightly obscured by flimsy sheets of darkness that sensuously drape over everything.

You adjust your sight, as well as your other senses, slowly to this new reality, and start noticing all that was shut out by the brightness of the day…the sounds and smells of your surroundings start to take place upon the sooty fabric of the night, and your senses tune in better to the overall ubiquity of your muffled surroundings.

Gently a faint twinge of warmth creeps over your skin as it bids its farewell for the day. An imperceptible aroma of warm copper wafts in the cool night air. The soft crackle of a home fire or two interrupts the white noise produced by the soft hum of electric lines that covers the immediate world. The rustling sounds of slumbering creatures stirring fill the void.

In the periphery of one’s senses lurid shadows flitter shying away nervously under the flickering instances of street lights. Swarms of warm microscopic beasts, sleepy creatures freshly awakened by the fall of the sun, flittingly rise from cooling open fields to the faint promise of the electric hum of the porch lights like phantoms of yesteryear swirling gracefully in the waning dusk.

It is then, under the silent hum of the porch lights, that you start to wonder and to imagine…to softly re-create your surroundings with the wonders of your inner senses…to slowly flesh out a world that has divested itself of its slighted imposture to reveal before you its hidden side…

In the mottled twilight of day’s end soft wisps of “maybes” and “could bes” rise as muted dreams of possibilities swirl playfully in the minds of lonely beings that silently witness the vanishing light of day.

Slowly words fall into place. Images begin to coalesce around a sound, around an idea. Senseless stains on virgin canvas take meaning as lines and curves converge upon open fields of white to give form and substance to a dream.

Muted forms linger softly upon the shadows of the norm. They walk carefully through the recently abandoned precincts of the brave, of sullen entities that disparage their presence with their brevity in being, in caring, in defining their fellow beings as others.

In the darkness, muted forms display their wares upon the inky cool blankets of the night; beings of shifted forms inhabit unrecognizable parapets and venues to delight in the precarious traverse of shiftless forms through tenuous fissures of dark and light.

It is all a dream. A well-meant offering from yesteryear. A once upon a time innocently wrought from afar to sway away your fears and despairs.

The softness of the night soothes these fears with its enveloping mists of hope and calm…the darkness offers a reprise from the harsh reality of the light, from the harsh sentences of prying eyes hidden behind the tinted warmth of the flickering porch lights.

It is all a wish upon that one star that mockingly lingers above all of creation daring you to dream, to believe that you are the one among many others who equally believe to be the one and only one. To wish upon it to be someone in a world of many who seemingly mimic your dreams, your aspirations to be. So wish upon your star…before in its indistinct insolence it decides to fall away…

Tuesday, January 8, 2013

wayfarer


wayfarer



I am stilled…yet I move silently through space and time dipping my self into the rippling oscillations that define my surroundings, amorphous circles that silently vanish as they spread out from my being

Invariably, I ride the waves, momentarily, until they disperse into the nothing, the space that is not space, and into time that is stilled at birth. I ride the waves of reality, a being that become in the latent memories of its being, of a remembrance of that which was once and will be before being again.  I ride the waves of reality bound to the ambivalent wills that sensuously course through the membranes of being…becoming one and other, once and always in the temperament wake of the waves crests breaking upon the reefs of an occasion brought to life…a singular moment lifted out of the breaking white waters of locality to once again be thrust into the calm waters of space-time to await the surge of the next wave, the next moment of becoming being.

And there, between the sultry sprays of mist that arise from the break of the waves upon the reefs of an occasion: there in the shadows of savory mists that wash the memory off a trembling body thrust into the open space of time, there I see you…or, rather, I see the wisps that were you before the moment: I see the curvature of being enveloped by the mantles of space-time. I see the flickering reflections of a memory to be, a scintillating calm saunter its way riding its own wave through the vast emptiness of space…

Like many, once and again, come you; you become…once and always: never having been…never to be again. A moment in space-time…being…becoming…not-being what was but will be.

If you pass by, you decide to go or stay…I am but a moment in your life…in anyone’s life, for that matter. I am what you make of me; it is what you make of it…I just sit, maybe…probably not in your sights, but in your periphery waiting to be recognized; waiting to be part of your being.

Was I real? Were you real? What is real?

You decide.

You see: whether you know it or not, I am a part of your being, of your life, of your passage through space-time…for as long or as short as it may be, my presence being only temporary, no more than a moment in a series of moments…forever a forgotten memory foolishly imprinted on the chance of a moments gleam. You were there…maybe. But in the act of being you did not see me there…waiting. For I was not there. Not when you looked. And so I moved, as you moved…and we moved away knowing neither to what, nor from where. Be it a wonderful moment…or an empty shell of delusions…that is not for us to know, but to be lived in the memory of what has been, of what never was…

It doesn’t matter…in the end it never does…one is a moment in everyone’s being, a forgettable one at that…memorable in its forgetting. I was one in yours, as I have been in many others. I have moved on; as I never was there to begin with…I always moved on to seek a new port to light its way…stilled in the presence of a being, forever moving, forever riding the wake of the moment, a moment that never was…a moment that has always been…