Saturday, October 27, 2012

Sobre el valor del arte


Sobre el valor del arte


Pregunta que me surge recientemente:

¿Qué es ser autor? Si uno no vende su libro, ¿es uno autor? o ¿es lo económico lo que valida a uno como autor?


Interesantemente, la pregunta surge de mi reciente reflexión sobre la fotografía con algunas personas, y la aparente sorpresa de todos de que realmente tome fotos buenas/artísticas, pero que no me interese cobrar por el trabajo fotográfico o vender las fotos...En primer lugar, me es sorprendente que se sorprendan de que tome fotos buenas y de carácter artístico. ¿Qué rayos pensaban que tomaba? ¿Instagram?

Pero la verdadera sorpresa para todos es que no cobro. Aparentemente, según puedo inferir, si no cobro o no vendo las fotos no soy aceptable como fotógrafo. Hace pensar: ¿qué hace a uno un fotógrafo? ¿Vender las fotos? ¿Cobrar por una sesión?


Y lo mismo me pregunto sobre el arte en general.

¿Qué define al artista? ¿Es uno artista porque vende su obra? ¿Es su obra arte porque es arte? o ¿es arte por que se vende? ¿Porque se compra? ¿Tendría el arte valor si no estuviera cotizado económicamente? Y, si es lo económico lo que le da importancia, entonces ¿por qué pretender valorar algo que su único valor es adquisitivo? ¿Es el arte únicamente valorable por la capacidad de engendrar dinero? ¿Por la irracional competencia económica que crea la obra en una subasta?

¿Es el valor económico lo único que le da valor a las cosas?


Sólo me preguntaba…

Saturday, October 13, 2012

diatriba fotografica

diatriba fotográfica


Cada otro día alguien me pregunta qué busco en mis fotos,  me sugieren que explique qué es lo que intento re/presentar, cuál es la razón de la obra…pero la realidad es que piden lo imposible. No se puede realmente expresar en palabras aquello que es en su momento, acto, relación entre dos: modelo y cámara/fotógrafo. Como el baile, el amor, la relación entre dos es única y sólo real en su momento. Yo no busco nada, espero la revelación de todo, lo que se da es el resultado de ese encuentro entre dos personas que, en un momento y en un espacio, deciden registrar para la perpetuidad el intento de encontrarse entre los dos. Ese momento es-o no-capturado por la cámara. Las imágenes son trazos de ese encuentro, de ese revelar de seres en un momento, en tiempo o espacio. Pero es recuerdo, igual de efímero que la memoria, ya que inscribe su propia realidad al ser revelada, procesada, observada, disfrutada, comentada, olvidada. Qué real fue el momento, qué real es su inscripción gráfica. ¿Soy esa persona ahí, plasmada en matices, enmarcada por el plano visual? ¿O soy la persona que observa ese objeto refractivo, imágenes de un momento estático que en su brillo tientan la memoria como burdo recuerdo del ser? La verdad es que uno es, y no es. La imagen es un mero recuerdo de un instante, fuera de contexto, fuera de razón. Ese es el dilema, el mundo trata de darle razón al sin sentido, al momento vivido, a la ocasión. No es mi interés darle razón o sentido, sino vivirlo. Y las fotos terminan siendo registros del atrevimiento de ser, libre de toda atadura, contextura, opinión: soy.
Así que, unas ideas inconexas  para reflexionar:

Uno enfrenta el temor a sí mismo…a qué dirán, a qué diré de mi mismo…

Nos gusta mirar, pero no nos gusta que nos miren…por lo menos no con los ojos con los cuales nosotros miramos a los demás, a uno mismo… esa es la tentación de ser: el temor a ser.

Desnudos revelamos nuestras debilidades, nuestros temores, nuestro ser queda descubierto…pero el cuerpo sólo es otra capa, una que deseamos no tener, que ocultamos por vergüenza a ser, a no ser lo que creemos que somos, a no ser lo que quisiéramos que creyeran de nosotros…

El cuerpo es…nosotros sus prisioneros lo negamos, o lo embelesamos con el ofensivo desdén de nuestras ofensas ante el ser…

La tentación del cuerpo es la tentación del olvido: el olvido de ser.

Celebramos el ser, negando ser.

¿Qué somos cuando no nos podemos ocultar tras las pobres telas con que nos embalamos día tras día?

A veces hace falta gritar, no con la voz, sino con el cuerpo…

La mirada delata la intención. La intención se arropa en pretextos. El cuerpo es oclusión ambiental del ser.

Ser es un atrevimiento de tu parte…revélate.