Saturday, October 13, 2012

diatriba fotografica

diatriba fotográfica


Cada otro día alguien me pregunta qué busco en mis fotos,  me sugieren que explique qué es lo que intento re/presentar, cuál es la razón de la obra…pero la realidad es que piden lo imposible. No se puede realmente expresar en palabras aquello que es en su momento, acto, relación entre dos: modelo y cámara/fotógrafo. Como el baile, el amor, la relación entre dos es única y sólo real en su momento. Yo no busco nada, espero la revelación de todo, lo que se da es el resultado de ese encuentro entre dos personas que, en un momento y en un espacio, deciden registrar para la perpetuidad el intento de encontrarse entre los dos. Ese momento es-o no-capturado por la cámara. Las imágenes son trazos de ese encuentro, de ese revelar de seres en un momento, en tiempo o espacio. Pero es recuerdo, igual de efímero que la memoria, ya que inscribe su propia realidad al ser revelada, procesada, observada, disfrutada, comentada, olvidada. Qué real fue el momento, qué real es su inscripción gráfica. ¿Soy esa persona ahí, plasmada en matices, enmarcada por el plano visual? ¿O soy la persona que observa ese objeto refractivo, imágenes de un momento estático que en su brillo tientan la memoria como burdo recuerdo del ser? La verdad es que uno es, y no es. La imagen es un mero recuerdo de un instante, fuera de contexto, fuera de razón. Ese es el dilema, el mundo trata de darle razón al sin sentido, al momento vivido, a la ocasión. No es mi interés darle razón o sentido, sino vivirlo. Y las fotos terminan siendo registros del atrevimiento de ser, libre de toda atadura, contextura, opinión: soy.
Así que, unas ideas inconexas  para reflexionar:

Uno enfrenta el temor a sí mismo…a qué dirán, a qué diré de mi mismo…

Nos gusta mirar, pero no nos gusta que nos miren…por lo menos no con los ojos con los cuales nosotros miramos a los demás, a uno mismo… esa es la tentación de ser: el temor a ser.

Desnudos revelamos nuestras debilidades, nuestros temores, nuestro ser queda descubierto…pero el cuerpo sólo es otra capa, una que deseamos no tener, que ocultamos por vergüenza a ser, a no ser lo que creemos que somos, a no ser lo que quisiéramos que creyeran de nosotros…

El cuerpo es…nosotros sus prisioneros lo negamos, o lo embelesamos con el ofensivo desdén de nuestras ofensas ante el ser…

La tentación del cuerpo es la tentación del olvido: el olvido de ser.

Celebramos el ser, negando ser.

¿Qué somos cuando no nos podemos ocultar tras las pobres telas con que nos embalamos día tras día?

A veces hace falta gritar, no con la voz, sino con el cuerpo…

La mirada delata la intención. La intención se arropa en pretextos. El cuerpo es oclusión ambiental del ser.

Ser es un atrevimiento de tu parte…revélate.

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